Esfuerzo

No hace mucho me encontré en la calle con los padres de Yurena, una antigua alumna, y me
pusieron al día con lo que está haciendo últimamente. Unos días después me llevé otra alegría al
tener noticias de Carlos, ya que coincidí con su madre en la cola del supermercado.
Antes de contarles sus historias, voy a plantear un pequeño reto: ¿Cuál sería el denominador común
entre ambos alumnos, sin el cuál no hubiesen alcanzado sus metas?

Desde sus inicios en The English Centre con 11 años nos dimos cuenta que Yurena tenía mucha
facilidad con el inglés; iba aprobando todos los exámenes de la Universidad de Cambridge en tiempo
récord. Se llevaba libro tras libro de nuestra biblioteca, veía películas y series originales sin subtítulos
y hacía unas preguntas interesantes (¡y a veces muy complejas!) a los profesores. Nos comentaba
que su plan maestro era cursar sus estudios universitarios en Inglaterra. En segundo de Bachillerato,
al percatarse que estaba inmersa en el proceso de solicitar plaza a 5 universidades británicas, sus
padres me pidieron que hablara con ella para intentar convencerle que estudiara aquí en la isla, ya
que con sus ahorros solamente podrían pagarle el primer curso en el extranjero. Hablé con ella, pero
fue en vano; unos meses después salió rumbo a Inglaterra a comenzar un doble grado de derecho y
relaciones internacionales. El verano siguiente vino a la academia a contarnos una buena noticia:
había sacado matrícula de honor y la universidad le concedió una beca total para el resto del grado.
Después quiere seguir estudiando para el doctorado.

Carlos empezó el mismo año que Yurena y inicialmente estaban en la misma clase. Su madre nos
había comentado que tenía dificultades de aprendizaje en el colegio y nos dimos cuenta que le
costaba mucho, en parte por su dislexia. Sin embargo era un alumno muy constante y tenaz;
empezaba a disfrutar del inglés y lo hablaba cada vez mejor. Un día nos contó que durante sus
vacaciones en el sur había hecho de interprete varias veces porque nadie más en el complejo
hablaba inglés. Se sentía muy orgulloso. Nunca quiso presentarse a ningún examen de Cambridge
aunque llegó a cumplir los requisitos necesarios del nivel B1 de Marco Común Europeo. Después de
estudiar un ciclo consiguió un trabajo como camarero en el sur gracias a su nivel de inglés.
Actualmente, aprovechando su tiempo en el ERTE, está estudiando para ser maître.

¿Entonces cuál es la respuesta a mi pregunta?

Síííí….. el denominador común en ambos casos es el ESFUERZO.
Cada persona nace con cierto talento para aprender idiomas; este grado de talento no se puede
alterar. Sin embargo, con mucho esfuerzo cualquiera puede llegar a aprender inglés, aunque sea a
su ritmo.

Me gustaría aprovechar este espacio para destacar también el gran esfuerzo que hacen los padres,
las madres y los demás familiares con nuestros/as alumnos/as: el esfuerzo de traerlos a la academia
y recogerlos, de pagar las cuotas y de animarlos constantemente.

 

¡Muchísimas gracias!